{{"Ahi va uno de los prototipos de Dios. Un mutante ni siquiera reconocido por la producción en masa. Raro para vivir y escaso para morir."}}

12 noviembre, 2009

Disfrazando de espera lo que no es más que resignación.—


Y hoy es uno de esos días en que tu recuerdo se siente más que nunca y pesa hasta asustar. Uno de esos días en que podría huir muy, muy lejos y ya no volver. Uno de esos días en que el llanto pugna por salir y lo detiene ese estúpido deseo de sentirme fuerte. Uno de esos días en que tu ausencia se cruza con mi rutina  para espantarme con todo lo que quise que fuera y nunca fue. Y duele decir “tu ausencia” porque hace pensar que alguna vez estuviste acá. Y me obligo a admitir que lo mío es una alta dosis de nostalgia que roza la esquizofrenia; esa locura en la que tu falta me hace caer. Y es que ya estoy medio loca de pensarte; tanto que a veces llego a sentirte. Estoy algo demente de tanto estar sola imaginado que ya vas a llegar. Cansada de tanto levantarme para volver a caer. Aturdida de tanto llorar esperando que contestes a mis desesperados llamados.

Esta es una de esas tardes en que muerdo las horas, impaciente a la espera de algo que no va a ocurrir. Una de esas tardes que devienen de mañanas tristes y asustadas y desembocan en angustiosas madrugadas. Una de esas tardes que aparecen una vez al mes, justo cuando todo parecía andar bien. Una de esas tardes me recuerdan que todavía te quiero, aunque nunca vayas a saber quién soy. Un doloroso conjunto de instantes que me hacen rogar al olvido que te lleve más lejos de lo que ahora estás. Un insoportable transcurrir de minutos que nunca parece acabar. Un continuo resonar de tictacs en mis oídos, que acompasadamente me hablan de lo enorme de mi soledad. Un puñado de segundos que hace que cada exhalo me duela; pensando que, no importa qué haga, nunca voy a sacarte del todo de mí. Un pesado recorte de horas, sacado del común de mis días para acentuar la tortura de saberte imposible. La firma de mi sentencia a una cadena perpetua de agonía implorándole al tiempo que extirpe de mi piel los rastros que tu amor nunca dejó.

3 comentarios:

...clau... dijo...

la tortura de saberte lejos,, de saberte intocable, de saberte inexistente, de saberte ausente!!! de pensarte distante!!!
Linda, tu blog me ha encantado!!1 todo lo que escribes, las pics!! hermosas
me tendras seguido!!! besos
Te sigo

Gramorell dijo...

te has superado a vos misma :/
totalmente deprimente, demasiado real a veces.
sobre todo, chocante (y eso que no ando enamorada, no me imagino cómo me hubiera sentido).
hay plan en puerta, depués te cuento :)

ALA_STRANGE dijo...

un texto realmente aturdidor

besos