Vení, acercate, que voy a decirte al oído todas esas cosas que mi cuerpo te grita y que me da pudor decir en voz alta. Voy a darle palabras a todo eso que ya sabés porque vos lo estás provocando. Voy a pedirte que le hagamos caso a nuestros instintos y ya no nos detengamos. Quiero que me toques como hace tiempo no lo hacés; de esa manera lasciva, impúdica, desvergonzada. Que me toques y se me agite la respiración, se despierten todas mis terminaciones nerviosas y se me nuble la mente (quiero olvidarme de quiénes somos). Quiero que nos comamos a besos en la cama de un hotel barato e impersonal. Quiero que cada milímetro de mi piel conozca tus labios. Mordamos, chupemos, acariciemos, toquemos, gimamos, gritemos. Quiero que mi cuerpo choque contra el tuyo y me lleves más allá de lo que pueda imaginar. Te deseo. Deseo tus manos, tus labios, tu lengua. Recorré con ellos mis piernas y detenete en esos lugares que sabés que me ponen la piel de gallina. Arrastrémonos juntos por las sábanas de segunda mano e impregnémoslas con nuestro sudor, nuestro aliento y nuestras palabras. Dejemos que vaguen nuestras manos en ese terreno desconocido que es el cutis del otro. Abandonemos el mundo por unas horas y encerrémonos a vivir entre cuatro paredes de pintura descascarada lo que nuestros ojos se ruegan con ardientes miradas. Animemonos a quitarnos con la ropa todas las precauciones, los miedos y las apariencias. Enloquezcamos de pasión una tarde nevada y convirtamos el cuarto en una siesta soleada. Palpemos el deseo entre los dos y démosle rienda suelta a la imaginación. Dejemos que nuestros cuerpos se entiendan sin palabras, porque nuestras bocas están ocupadas y de todas formas ya no tenemos aliento ni voz para pronunciarlas. Ahoguémonos en la locura desenfrenada del momento (quiero naufragar en vos). Derritamos esa pared que se erige entre ambos y toquémonos. Deshagámonos una y otra vez a base de caricias. Quiero recostarme a tu lado y charlar de lo raro que es todo esto. Hablar de banalidades sin mencionar el futuro ni los sentimientos. Vestirme mientras me comés con los ojos y no terminar de hacerlo antes de estar de nuevo junto a vos. Alborotarte el pelo y volver a mi casa todavía con tu olor entre la ropa y una que otra marca de tus labios en la piel. Mentirle a todos cuando me pregunten dónde estuve y con quién. Callar el secreto que se hace palpable entre los dos cuando chocamos las miradas y sonreímos con las mejillas apenas encendidas. Regresar a mi vida normal; soñando con otro y sin que tu esencia se cuele entre mis pensamientos. Quiero abandonar ese hotel de tercera y dejar ahí nuestra historia. Dejarla escondida en un cuarto de número desconocido y sin llevarme nada que pueda recordarme a ese momento que nunca debió pasar pero que gracias a Dios pasó. Quiero sólo una vez. Probarte para no desearte más. Saciarme de vos para ya no tentarme con ese magnetismo que tenés sobre mí. Hastiarme de tu sabor, tu voz y tu roce para ya no anhelarte nunca más.
9 comentarios:
wow ese sabor, ese sabor solo sabe asi cuando hay pasion,
cuando esa persona provoca eso en ti y tu en el,
el cuerpo es un arma, aveces satisfacerlo cuesta,
y cuesta mucho...
hermoso tu pensamiento.
hermoso
me encanto!!
Me encanto de principio a fin.
Es simplemente impresionante.. Genial
Adictivo en cada palabra.. logré sentirme "ella" por un segundo
Bravo gordita
Ana.-
ese texto me hace pensar en una que otra persona.
TK niña fucsia
Cada palabra hizo que encontrara palabras para describir lo que siento.
Saludos!
Angie, me da miedo la gente que comenta tus escritos.
A mi me parecio extremadamente genial , porque no habla de cortarse las venas , de tus diferencias, ni de tus depresiones. Yo creo que brillas mas , y que tus escritos brillan ms cuando te olvidas un ratito de lo que no tenes y pensas en positivo.
Se que no es tu estilo, y que no serías vos si vivieras escribiendole a la felicidad y al amor, pero este es un buen ejemplo de que también hay cosas buenas sobre las que podes crear pensamientos y escribir como vos sabes hacer.
por que me llamo live forever+ que espanto
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