El tiempo pasa incluso aunque parezca imposible, incluso a pesar de que cada movimiento de la manecilla del reloj duela como el latido de la sangre al palpitar detrás de un moretón. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasar, pasa. Incluso para mí.
Vos, que bailás al borde de los abismos porque te hace sentir fuerte. Vos, que cantás desafinando a viva voz para hacerle pensar a los demás que estás bien. Vos, que le hiciste creer a todos que eras irrompible mientras la Luna te veía disolverte en lágrimas. Vos, que hace tiempo olvidaste lo que es sentirte querida y te conformás sólo con querer. Vos, que estás harta de vivir, pero todavía guardas esa esperanza de que haya algo mejor. Vos, que vas contra el mundo casi estrictamente por diversión; rebelde casi por naturaleza. Vos, que soñás con máquinas de escribir, tazas de té caliente y rollos de película por grabar. Vos, loca idealista enamorada del amor; incrédula de toda magia ajena a la pasión. Vos, amante del Arte; eterna soñadora de eso que no te creés capaz de alcanzar. Vos; contradicciones, lágrimas disfrazadas con maquillaje, sueños rotos pegados con cinta para que aguanten un rato más, miedos ocultos, recuerdos que duelen y amores que no vuelven. Vos, triste y solitaria chica.